La acción social de la iglesia, a través de Cáritas, brindó atención a 267 niños en riesgo de vulnerabilidad y con déficit nutricional, los cuales hoy están 100% recuperados y dados de alta del programa de alimentación Vivero.
Esta cifra responde a un balance realizado del año 2022, por el director ejecutivo de Cáritas Maturín, Pbro. Manuel Sifontes, quien además destacó que en Monagas, en las 11 parroquias eclesiales, se atendieron 891 niños.
Con una actividad realizada la mañana de este lunes, 19 de diciembre, en la sede provisional, en la parroquia Santo Domingo de Guzmán de Las Cocuizas, se llevó a cabo la clausura por este año al trabajo que vienen desarrollando el servicio.
Por este motivo, el presidente de Cáritas Maturín, Monseñor Enrique Pérez Lavado, destacó que «hemos visto como se han salvado muchas vidas. También buscamos sembrar en las madres y representantes una conciencia, un sentido para mejorar las condiciones, costumbres y prácticas para la atención de los niños y mantener los logros que se ha obtenido».
Detalló el Obispo de Maturín que «la mayoría de estos niños son de núcleos donde los padres son ausentes en la crianza. Este es un trabajo minuciosos: de mucha constancia y persistencia; por eso el voluntariado de Cáritas es una mano de la caridad de la Iglesia para encargarse de este tipo de asistencia».
Recordó el prelado que la Pastoral Social Cáritas cuenta con más programas, entre ellos la de asistencia en la salud: medicina y atención médica, educación y formación.
«La Pastoral Social es la acción que tienen las parroquias para el ejercicio de la caridad. Promover la solidaridad de las personas que requieren el apoyo, también asistencia en momentos extremos; con acciones preventivas estamos dispuestos a enfrentar sin improvisar. Los voluntarios son unos héroes de la caridad cristiana del sentido social, son todos un ejemplo digno de seguir», aseveró.
Reactivan Vivero el 9 de enero
El presbítero Manuel Sifontes, detalló que el próximo 9 de enero del 2023 retomarán las actividades en las 11 parroquias de la Diócesis.
«Continuaremos en la atención y seguimiento de los niños en riesgo de desnutrición y déficit nutricional de Monagas., así como de mujeres embarazadas», dijo.
Recalcó que durante el 2022 un grupo de niños fueron reinsertados en los programas de Vivero tras recaer en su cuadro nutricional por sus padres y representantes no contar con los recursos necesarios para la adquisición de los productos para una dieta balanceada.
Finalmente agradeció el apoyo brindado por la Unicef, parroquias eclesiales, comerciantes, amigos de Cáritas, entre otros, que han hecho posible el milagro de salvar la vida de estos pequeños.
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