La parroquia Santo Domingo de Guzmán de Las
Cocuizas despidió con dolor, pero con mucha fe y esperanza, a quien en vida se gastara por Dios, a través de la evangelización y la catequesis.
Nancy Fermín, uno de los pilares y referencia de
la formación en la fe y la doctrina en la comunidad parroquial, partió al
encuentro con el amor de los amores la madrugada del sábado 10 de diciembre, a
pocos días de las fiestas de la Inmaculada Concepción y de los 52 años de la
fundación de la parroquia eclesial.
Este domingo 11, el féretro partió desde su casa,
en la calle 11 hasta el templo, sería la misma, pero la última ruta de Nancy,
hasta su segunda casa, donde formó a muchas generaciones que hoy la recuerdan
con amor por ese testimonio de fe.
Su vínculo más cercano, sus hermanos catequistas,
lo recibieron en septiembre para celebrar la semana de la catequesis, sería el
último día que la vieron de pie. Posteriormente su salud comenzó a
deteriorarse, pero su espíritu alimentado y sostenido sobre la roca,
Cristo.
En sus últimas horas, Nancy solo clamaba a Dios,
decía que "Dios está conmigo"; ejemplo de confianza plena de alcanzar
la corona prometida y que tanto pregonó en cada grupo de jóvenes y niños que
recibirían el sacramento de Comunión.
El domingo, luego de misa de 7:30, las campanas
del templo sonaron con tristeza. A las 10 de la mañana el cuerpo de Nancy llegó
al templo en hombros de sus hermanos en Cristo que desearon acompañarla hasta
el final.
Durante la homilía, de la Misa Exequial, el padre
Gerónimo Sifontes destacó la grandeza de esta mujer que caminó entre nosotros,
formando a los nuevos cristianos que se sumaban a la comunidad de creyentes.
En su intervención, el párroco enfatizó sobre el servicio
abnegado de Nancy, quien pese de no culminar sus estudios en la UDO Cumaná,
poseían grandes conocimientos a la luz de la Palabra.
Su esmero era siempre sembrar la fe y el deseo se
servir.
Al tiempo que avanzaba la mañana se acercaba la
hora de decir adiós. Entre aplausos y lágrimas salió el féretro rumbo al
Camposanto donde reposarían sus retos.
Quienes tuvimos la dicha de conocerle,
descubrimos ese amor de Dios y la cercanía de una amiga, hermana y madre.
Rogamos a Dios la reciba en su gracia y le
conceda entrar a su reino.
El día de sus cumpleaños compartió con hermanos Catequistas y miembros de la PCC Hijos de San José |
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