“Vete, lávate en la piscina de Siloé”, le pidió Jesús al ciego de nacimiento, luego de que escupiera en un poco de tierra y con su saliva hiciera un barro que le untó en los ojos. Aquel hombre, señala el Santo Evangelio según San Juan, “obedeció, fue, se lavó y volvió con vista”.
Todos conocemos este pasaje bíblico de la vida del Hijo de Dios que aconteció hace más de dos milenios, pero en un par de años más, todos tendremos la posibilidad de visitar, ver y admirar el lugar preciso en el que se desarrolló y concretó ese milagro.
En 2025 estará abierta la piscina de Siloé
De esta manera, se espera que en 2025, como máximo, el lugar sea abierto al público y se pueda disfrutar completamente y por primera vez en la historia moderna esta parcela de gran valor histórico, arqueológico y religioso, en la que se ubicaba la piscina de Silóe (cuyo nombre significa Enviado).
Especial
Así, paradójicamente y luego de una serie de trabajos de excavaciones y rescate, Jerusalén y el mundo podrán ver el lugar donde Jesús hizo ver por primera vez a un ciego de nacimiento.
Lugar histórico y trascendente
“En 2004 se descubrieron algunas partes y ahora se dan las condiciones para efectuar las excavaciones en toda la piscina de Siloé, que en nuestra opinión era muy grande”, afirmó el Dr. Amit Reem, responsable de arqueología de la zona de Jerusalén de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Hoy ya se puede ver la pequeña zona del norte descubierta de la piscina situada no muy lejos del Muro de las Lamentaciones, y la previsión es que en uno o dos años, como máximo, y gracias a las nuevas y completas excavaciones arqueológicas, se pueda disfrutar completamente.
“Después de muchos años de espera, tendremos el mérito de poder revelar este lugar histórico de trascendencia nacional e internacional y hacerlo accesible a los millones de visitantes que llegan anualmente a Jerusalén”, señaló el alcalde, Moshe Lion.
Lugar para baño ritual
Hace unos 2 mil 700 años, se construyó la piscina de Siloé como parte del sistema de agua de Jerusalén durante el reinado del rey Ezequías; 700 años después, y debido a su estratégica ubicación, la piscina fue renovada y ampliada para que la utilizaran los numerosos judíos que llegaban a Jerusalén como baño ritual y purificador (Mikve) en el camino de ascensión al Segundo Templo.
“En esa época, esta vía era uno de los centros con más vida de Jerusalén“, contó Reem en una entrevista ofrecida a El Mundo para hablar sobre este sitio que tiene un gran significado desde el punto de vista académico, científico, arqueológico e histórico.
Es importante señalar que a lo largo de la historia, el lugar fue objeto de expediciones arqueológicas como las del equipo americano-británico de Frederick Jones Bliss y Archibald Campbell Dickey, que en la década de 1890 descubrió algunos pequeños escalones de la piscina, o la de la arqueóloga británica Kathleen Kenyon en la década de 1960.
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Llegarán millones de personas
Durante unas obras rutinarias de infraestructura realizadas en 2004 por la empresa de aguas israelí Haguijon quedaron al descubierto escalones de la antigua piscina lo que llevó a Israel a realizar excavaciones.
Reem explicó que se halló el perímetro norte y una pequeña parte oriental del estanque que, recubierto de grandes losas incrustadas, tenía un tamaño de cinco dunams (5 mil metros cuadrados) en su mayor esplendor. La serie de escalones permitían a los bañistas tanto sentarse como sumergirse en las aguas puras.
El arqueólogo israelí pronosticó que el lugar se convertirá en uno de los puntos turísticos más importantes de Jerusalén. “Espero que cuando esté completamente abierto atraiga a millones de personas de todas las religiones y culturas no sólo por su historia sino porque impresiona”.
De esta forma, puntualizó Reem, se recreará el recorrido que conecta la piscina situada en el barrio palestino de Silwan con la zona del Muro de las Lamentaciones y el Monte del Templo o la Explanada de las Mezquitas.
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