Un sacerdote católico murió quemado y otro fue herido de bala en la mañana de este domingo después de que unos delincuentes incendiaran la casa parroquial donde residían, en el norte de Nigeria.
El ataque ocurrió a las 3:00 a.m. (hora local) del 15 de enero en la parroquia de San Pedro y San Pablo en Kafin-Koro, en la región de Paikoro, según informó la Diócesis de Cyon Minna, a la que pertenecen ambos presbíteros.
“El P. Isaac Achi fue reducido a cenizas por bandidos en su casa, mientras que su asistente, el P. Collins Omeh, recibió un disparo. Ambos fueron trasladados de urgencia al hospital”, indicó la Diócesis local en Facebook.
Wasiu Abiodun, responsable de relaciones públicas de la Policía estatal, declaró que “los bandidos intentaron entrar en la residencia, pero fracasaron y prendieron fuego a la casa, mientras el reverendo padre moría carbonizado”.
También indicó que las fuerzas especiales “fueron enviadas inmediatamente al lugar de los hechos, pero los matones huyeron antes de su llegada”.
La Diócesis de Cyon Minna pidió a Dios que “proteja y salve a la iglesia en este período crítico” y aseguró que los católicos nigerianos están “profundamente heridos y apesadumbrados” por lo sucedido.
“Que el alma del P. Achi y las almas de todos los fieles difuntos descansen en perfecta paz”, añadió. Alhaji Sani Bello Abubakar, gobernador del estado nigeriano de Níger, donde tuvo lugar el ataque, lo describió como “impío e inhumano” y ordenó a las agencias de seguridad locales que persiguieran a los atacantes, según The Daily Post.
“Este es un momento triste. Que un sacerdote sea asesinado de esa manera significa que no todos estamos a salvo. Estos terroristas se han vuelto locos y se necesita una acción drástica para poner fin a esta carnicería en curso”, dijo.
El P. Achi fue párroco de la parroquia de San Pedro y San Pablo, donde murió. También fue presidente de la rama local de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN).
ACIPRENSA
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