El P. Francisco Torres Ruiz, exorcista y experto en liturgia
de la Diócesis de Plasencia (España), explica por qué San José es invocado como
el “el terror de los demonios”.
En entrevista con EWTN Noticias, el sacerdote indicó que una
de las partes del exorcismo es el rezo de las letanías de los santos y, al
mencionar sus nombres, el diablo puede o no reaccionar.
“A veces, cuando al demonio ya se le tiene doblegado y se
consigue arrancarle alguna verdad, porque Dios le obliga a hacerlo, significa
que esos santos a los que él ha reaccionado con más violencia están presentes
en el exorcismo” de manera espiritual, precisó el P. Torres.
Durante el exorcismo, prosiguió el sacerdote, los santos
“protegen al fiel, rezan con nosotros, rezan con el exorcista y con las
personas que están en ese momento en la sala o en la capilla rezando, imploran
a Dios, interceden por nosotros”.
“Hay veces que los mismos santos han incluso exhortado y
ordenado al demonio que deje en paz a la persona”, destacó.
El papel de San José en los exorcismos
“Con San José he
tenido una experiencia preciosa, porque San José, en la lucha contra el mal,
está íntimamente unidos a la batalla que pelea también la Santísima Virgen
María”, relató el sacerdote.
“Hay que tener en cuenta que San José es un hombre justo,
así lo define la Biblia, que San José es un hombre casto, y por tanto él nunca
tuvo tentación ninguna de aprovecharse de la Virgen o convivir maritalmente con
el acto conyugal con la Virgen María”, continuó.
El P. Torres resaltó que San José quiso repudiar a la Virgen
María en secreto cuando supo que estaba embarazada, porque “era más el amor que
tenía a la Virgen Santísima que su justicia como hombre”.
Por todo ello, subrayó el exorcista, “el diablo a San José
le tiene un odio especial”.
El sacerdote hizo notar que, en la lucha contra el mal, “San
José es invocado como ‘terror de los demonios’, unido siempre a la Virgen
María, que pisó la cabeza de la serpiente”.
“Y como dice a veces un poco el imaginario popular, San José, como buen carpintero, con el hacha que usaba para cortar la madera le corta la cola a la serpiente”.
El exorcista destacó que es muy importante “que las personas que estén con alguna influencia del mal, vejadas o incluso poseídas, se consagren al corazón castísimo de San José”.
El P. Torres reiteró la importancia de que la persona
poseída haga o renueve la consagración al Sagrado Corazón de Jesús, al
Inmaculado Corazón de María y al castísimo corazón de San José, “que siempre ha
estado en la devoción popular de los católicos de la Santa Iglesia”.
“Ahí sí se ve la eficacia de la intercesión del Santo
Patriarca José, esposo de la Virgen, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, en la
lucha contra el mal, contra el diablo”, subrayó.
¿Cómo acudir a San José en la vida cotidiana?
En la entrevista con EWTN Noticias, el P. Torres recomendó
acrecentar la devoción a San José en la vida diaria, con las oraciones que cada
uno conoce, y con dos oraciones “que se encuentran a San José en el Misal de
1570 o en el Misal que se conoce como rito extraordinario o vetus ordo”.
También se puede “acudir a las famosas letanías de San José,
donde precisamente está esa invocación de ‘terror de los demonios’”.
En ese sentido, la persona puede “rezar diariamente o con
frecuencia las letanías de San José, sobre todo en este mes de marzo que es su
mes, ahora en la novena a San José, o en los siete domingos que nos han
precedido, que se llaman los siete domingos de San José”.
Otra
forma de acercarse al Santo Custodio es “meditar los gozos, los dolores de San
José. Yo creo que todas esas cosas son muy recomendables en estos momentos para
acudir a su protección, en la lucha contra el mal, y a su intercesión poderosa
y eficaz, ante Jesucristo Señor Nuestro”.
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