¿Sabías que el signo de multiplicar está inspirado en la cruz de un santo?



La cruz, un elemento de tortura y ejecución, utilizado inicialmente por los asirios, retomado y perfeccionado por los romanos, pasó a convertirse en un símbolo muy importante para el cristianismo, ya que no solo Jesús sufrió la crucifixión, sino también algunos de sus apóstoles y muchos de sus fieles durante varios años.

Sin embargo, con el paso del tiempo, una de esas cruces, como en la que fue crucificados San Andrés, fue fuente de inspiración para que un reconocido matemáticos y ministro anglicano la utilizara, hace casi 400 años, por primera ocasión como el signo de la multiplicación.

Desde que empezamos a cursar la educación primaria, entre las cosas que aprendemos y permanecen siempre en nuestra mente y las asociamos con los números, están los signos matemáticos. Pero, al paso del tiempo, pocos tenemos conocimiento de que dicho símbolo tiene una inspiración y significado religioso.

El martirio de San Andrés

San Andrés, uno de los apóstoles de Jesús y hermano de San Pedro, murió martirizado y crucificado en Grecia, en donde fundó varias iglesias y convirtió al cristianismo a muchos de los habitantes, entre ellos a la esposa del procónsul Egeas.

Cuando Egeas se enteró de este hecho quiso obligar a los cristianos a que ofrecieran sacrificios a sus ídolos; san Andrés se presentó ante el procónsul y no solo trató de convencerlo para que desistiera de orden, sino que intento acercarlo a la palabra de Jesús, ante lo que el gobernante lo mando encarcelar.

También se ordenó que san Andrés fuera azotado y posteriormente, en un lugar público fuera, crucificado en una cruz en forma de aspa, pero atado de manos y pies, para que tardara más tiempo en morir y prolongar su suplicio.

El Apóstol tardó tres días en morir, pero mientras estuvo vivo no dejó de predicar a todos aquellos que pasaban cerca de él, lo que generó que se multiplicaran sus seguidores que acudían a escuchar sus palabras. En un momento el número de personas se incrementó y no tardaron en amotinarse contra Egeas exigiendo que liberara al mártir.

Ante esta situación, el procónsul acudió ante san Andrés para concederle el indulto, pero lo rechazó: “¿A qué vienes? Si es para pedir perdón, lo obtendrás; pero si es para desatarme y dejarme libre, no te molestes; ya es tarde. Yo no bajaré vivo de aquí; ya veo a mi Rey que me está esperando”.

La Cruz como signo de la multiplicación

La Cruz de san Andrés inspiró al ministro anglicano William Oughtred para que su signo fuera el de la multiplicación, así a partir de este símbolo de martirio, el también reconocido matemático adoptó e implementó dicho signo de la “X” por primera vez, en su libro Clavis mathematicae, publicado en 1631, el cual era un resumen de todos los conocimientos que había adquirido gracias a su formación autodidacta.

Oughtred, nacido en 1574, también era aficionado a la astrología y a la alquimia, fue el párroco de la Iglesia de Albury, cerca de Guildford, en Inglaterra, durante 50 años hasta su muerte, en 1660.

William Oughtred conjugó siempre su labor en la Iglesia con su otra pasión, ampliar sus conocimientos matemáticos y en enseñarlos de manera gratuita a todos aquellos estudiantes interesados en ellos.

La crucifixion más cruel

Cabe destacar que la crucifixión en una “crux decussata” o en forma de aspa, estaba catalogada por los propios soldados romanos como una de las más crueles por el suplicio que provocaban en el condenado y más agónicas por el tiempo en que tardaban en morir quienes eran colocados en ellas.

Es a partir de ello que se considera que la Cruz de San Andrés es el símbolo de la representación de la humildad y el sufrimiento entre los fieles cristianos.


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